Las Pastillas contra el dolor ajeno son un símbolo de apoyo y de compromiso con Médicos Sin fronteras para ayudar a aquellas personas que padecen enfermedades olvidadas en países del tercer mundo.
Las pastillas contra el dolor ajeno es un proyecto de sensibilización que pretende involucrar a todos los ciudadanos para ayudar a las personas que sufren enfermedades que en nuestro país se consideran minoritarias o extinguidas.
El coste total de cada una de las cajas de Pastillas contra el dolor ajeno es de 20 céntimos de euro. Este precio es tan extraordinariamente ajustado gracias a una larga cadena de esfuerzos y ayudas de diferentes entidades, empresas y personas, que han colaborado casi gratuitamente.
Además, este proyecto ha contado con la participación de grandes personalidades mediáticas como el director de cine Luis García Berlanga, los futbolistas Andrés Iniesta y Xabi Alonso, Alejandro Sanz, el escritor y periodista Juan José Millás, Eduard Punset, Andreu Buenafuente entre muchos otros.
Los ingresos netos procedentes de esta campaña se destinan íntegramente a financiar proyectos de MSF sobre malaria, tuberculosis, enfermedad del sueño, kala zar, SIDA pediátrico y Chagas.
Pero, ¿Quién hay detrás de ésta idea tan creativa como emocional?
Jorge Martínez es el creador de las pastillas para el dolor ajeno, unas pastillas que te tomas tú pero que curan a otros. Siendo Socio Fundador y Codirector Creativo de la agencia murciana Germinal Comunicación, Jorge Martínez no se define como creativo, simplemente adoptó esa categorización por ser el padre de la campaña más exitosa de la Publicidad de las ONG españolas.
La campaña fue desarrollada por la agencia murciana Germinal. La campaña, totalmente supeditada a una idea simple pero muy concienciadora, fue capaz de trascender el área social para lanzar un nuevo producto: Pastillas para el dolor ajeno.
Germinal supo cómo conducir la campaña de forma que no se perdiera de vista el objetivo principal: ayudar a esas personas con enfermedades olvidadas del tercer mundo, a la vez que comercializaba unos simples caramelos de eucalipto. La dirección de arte tuvo que pisar fuerte en este aspecto y saber llevar la campaña a un punto emocional, que calara dentro de cada uno de nosotros y nos empujara a colaborar. Una vez más, una idea muy simple pero creativa fue la que provocó que en seis meses se agotaran seis millones de cajas de pastillas para el dolor ajeno.
Dada la repercusión, el impacto y el éxito de estas pastillas que terminaron con sus existencias en menos de tres meses, la organización de El Sol 2011 decidió entregarle el Sol de Platino.
Actualmente la campaña se la lanzado a muchos otros países como Grecia, donde está siendo un auténtico éxito.
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